09 diciembre 2019

69 Punto G

Cuando se mira la discografía de Sabina con la perspectiva que nos dan sus 70 abriles matariles podemos hacer unos ejercicios de asociación y contraste muy interesantes. La canción 69 Punto G nos habla de esa emisora de radio que jamás tendría cabida en las recetas de vida ordenada que se nos dieron en Pastillas para no soñar; pero a nadie se le escapa que esos estudios radiofónicos se encuentran tras esa puerta a la que llamabas de madrugada en Negra Noche y te dejaban entrar. 

En la 69 punto G
tiene el corazón una oficina
donde Don Nadie gana al ajedrez
y los adivinos adivinan
y los aladinos aladinan
y de propina, imagínate.

El juego de palabras es constante en esta canción, donde utilizando la metáfora de esa emisora de radio con un dial tan sugerente, lanza mensajes muy directos para atrapar a esa audiencia dispersa a horas malditas que apuntan el cierre de los bares; pero esconden la apertura de otros lugares más cercanos al Templo del Morbo. Otra tirada más del dado, al filo de la madrugada, para esas noches perdidas.

Seremos tu cordón umbilical,
tu confesionario, tu pomada.
Ponte los cascos en la oscuridad
si te da la espalda la almohada,
busca la frecuencia modulada
una coartada para alunizar.

Seguro que a muchos sesudos publicistas les costaría horrores enlazar cuatro mensajes tan claros, tan directos y tan sugerentes para vender un producto de estas características. Un cordón umbilical que cree un vínculo carnal, un confesionario donde se prometan guardar los secretos y una pomada que cure las heridas más internas. La coartada perfecta para acometer finalmente el viaje hacia esa luna en cuyo hombro han recostado muchas noches su cabeza. 

Las epidemias fueron anteayer,
las arrugas son de plastilina.
En la academia del amanecer
da clases de morbo Mesalina
y, en una pecera con espinas,
flotan las ruinas de los cabarets.

Ya conocemos los servicios que ofrece este lugar tan onírico, ahora Sabina se detiene en detalles más atractivos. Mesalina, que llevó la lujuria por bandera, toma las riendas de este lugar donde todos los problemas se relativizan y el placer se abre paso. Un lugar donde no existe la represión para las fantasías. 

Ven a la 69 punto G
cuando te canses de crecer
y los sueños tarden en venir,
que un B.B. King
sentimental
toca en el dial
la sonatina de Rubén,
déjanos jugar
contigo al escondite inglés
en la 69 punto G.

El éxtasis completo llega cuando la música, el cine y la poesía se abren paso. En la 69 Punto G te aseguran que cuando lo alcances, comenzarán a sonar fantasías tan exóticas como un B.B. King tocando "La Sonatina" del poeta Rubén Darío. La Sonatina nos habla de una hermosa princesa con anhelos de amor y libertad. Quizá ella también necesite sintonizar este dial y acudir a este recóndito lugar donde se agilizan los papeleos del corazón y el morbo es una asignatura obligatoria. 

Toca en el dial
la polonesa de Chopin,
vamos a soplar
la raya del amanecer
en la
69 punto G.

Un suspenso en religión como Sabina también necesita de su paraíso particular, un lugar en el que le gustaría pasar el resto de sus días. En esta canción hace una reconstrucción mística de ese sitio, donde tienen cabida sus fantasías sexuales, musicales y poéticas. Aunque ahora niegue haber sido el profeta del vicio, todos sabemos cuál sería su dial de la frecuencia modulada.  

20 octubre 2019

No permita la Virgen

Aunque Sabina siempre ha manifestado que se considera como un poeta metido a cantante, lo cierto es que hubo una época en la que la que sus canciones comenzaron a tener un peso lírico mayor. Especialmente durante primera década de este siglo, "No permita la Virgen" es un claro ejemplo de esa transición. Se trata de una de las letras más crípticas de Joaquín, y por ende más complicadas de interpretar (o con mayor número de puertas abiertas para nuestra imaginación). La idea principal si puede estar algo más clara, se trata de una crítica o de un aviso a navegantes sobre las consecuencias de alcanzar la fama, el poder y sus compañeros de viaje. 

"No permita la virgen que tengas poder,
sobre lágrimas, egos, haciendas. 
Cuando labios sin ánima quieran
quererte al contado, liquida la tienda"

Sabina nos coloca rápidamente los naipes encima de la mesa, y pese a haber ambicionado barajarlos al estilo del triunfador, en esta ocasión implora todo lo contrario. Con los primeros versos nos está gritando "paso" al reparto de poderes sobre cuestiones tan materiales como el vil metal y tan cruciales como el poder sobre los daños sentimentales a terceros. Seguidamente, lanza una advertencia sobre cómo actuar en caso de que alguien vacío de alma parezca quererte. Mejor cerrar la tienda por liquidación que acabar cerrando por derribo. Cuando a todos se nos viene a la cabeza "por el interés te quiero Andrés", a Sabina se le viene a la pluma "cuando labios sin ánima quieran quererte al contado, liquida la tienda". 

"No te pases un pelo de listo,
no inviertas en cristos, no te hagas el tonto. 
Las hogueras a primera vista,
cuché de revista, se apagan bien pronto"

La siguiente recomendación es estar siempre alerta y aplicar la prudencia cuando decidas embarcarte en aventuras vitales. La inclusión del papel cuché de las revistas en la metáfora de la hoguera no es casual. El común de los mortales sabe que las apariencias engañan, y lo que arranca como una historia sólida puede acabar desmoronándose con pasmosa facilidad. Si nos trasladamos al mundo de la farándula esta máxima se cumple con mayor frecuencia e intensidad. En esos lares el mercadeo de afectos está a la orden del día. 

"El caballo de Atila no sabe trotar,
sin hoyar azulejos silvestres. 
Los vencejos con ánimo de molestar,
coleccionan estatuas ecuestres"

Llegando al ecuador de la canción nos topamos con dos de las metáforas más potentes de la letra, que también dejan una gran libertad para su interpretación. Todos sabemos que por donde pisaba el caballo del rey de los hunos, no volvía a crecer la hierba. Aquí nos está avisando de que hay ciertas personas que cuando pasen por nuestra vida será imposible que no dejen su marca. Y esto deja marca tanto en el presente, en el momento que el trote se hace notar, como en el pasado que de vez en cuando aparece en nuestro recuerdo. Las estatuas ecuestres se erigen como homenajes a vidas pasadas de personas ilustres, pero ni siquiera éstas se quedan a salvo de la erosión que sobre ellas provocan los pájaros. 

"La belleza es un rabo de nube,
que sube de dos en dos las escaleras. 
Un carnet exclusivo de socio,
del pingüe negocio de la primavera"

Sabina ya nos habló de la falsa belleza de la que huía aquel sabio que no cambiaba París por su aldea. En esta ocasión vuelve a detenerse sobre ella, aprovechando para hacerle un guiño a la canción de Silvio Rodríguez, y nos alerta de la enorme velocidad a la que desaparece. Aquí podríamos enlazar fácilmente con la advertencia de no invertir en negocios ruinosos, y la belleza es algo que por definición no dura demasiado. Por si no nos hubiera quedado suficientemente claro, Joaquín dedica una sucesión de metáforas que reinciden sobre la misma idea. 

"Un barril de cerveza que mata de sed,
un melón con pezón de sandía.
Un espía enemigo, un contigo al revés, 
un ombligo de bisutería"

Cosas de quita y pon,
mariposas de sangre marrón,
no me quieras querer,
no me quieras matar, corazón"

Un barril puede ser todo lo bonito que quieras, pero en el momento que se queda vacío de contenido pierde su principal utilidad; salvo que te conformes teniéndolo como adorno. Ahora relean la frase anterior cambiando el término barril por persona. El melón con pezón de sandía, puede representar esa prórroga artificial que se le puede dar a la belleza cuando ésta empieza a languidecer, y el ombligo de bisutería podría ser el complemento material que le añada algo de brillo. En resumen, que todas las cosas que sean de quita y pon deben ser valoradas en su justa medida. Hasta la más bella mariposa necesita que su interior le permita batir sus alas con fuerza. 

14 septiembre 2019

20 años cosidos a retazos

Muchos temían que a finales del siglo pasado, el efecto 2000 provocaría una catástrofe. Lo cierto es que 1999 nos dejó con un golpe de efecto, el que dio Joaquín Sabina con su disco "19 días y 500 noches". Por aquellos años ya se encontraba en un lugar privilegiado dentro del musical mundo, y con este disco, publicado un día como hoy hace 20 años, se aseguró el paso a la eternidad; pero sin prisas ni misas de Requiem. 

Si Camarón se partía la camisa, Joaquín se partió definitivamente la voz y nos mostró como suena el aguardiente. Si pudiéramos clasificar algunas de las canciones de Sabina en trilogías, la que más galardones se llevaría sería "19 días y 500 noches" como secuela de "Ruido" y precuela de "Nos sobran los motivos". Sin abandonar el símil cinematográfico, podemos asegurar sin miedo a equivocarnos que se han rodado infinidad de películas con menos argumento que "El caso de la Rubia Platino".  

De igual manera la "Princesa" de la boca de fresa que conocimos en los 80, le cede el testigo a la "Barbie Superestar" de los ojos color verde marihuana. Así como la "Viridiana" de Tijuana le presenta sus respetos a la más señora de todas las putas, "La Magdalena", cuyo corazón lo adorna una constelación de estrellas. 

Si a la Argentina ya le había removido el alma "con la frente marchita", en este disco consiguió hacerle pintar Dieguitos y Mafaldas a golpe de cadera y corazón. Los que le gritaban "Eh Sabina" se encontraron de sopetón, y a sus cuarenta y diez, con un testamento en diferido. Quitando algún nubarrón negro, nos ha ido confirmando que el asunto iba sin prisas. 

En este disco descubrimos ese lugar, donde habitan los besos que se pierden al silenciar los "te necesito"; y supimos que también el corazón puede echar el cierre por derribo. Podríamos suponer que la "Calle Melancolía" no queda muy lejos de aquellos lares. 

Sobre la posguerra se han escrito ríos de tinta que podrían llenar el Ebro, y ninguno ha llegado a ser tan certero, tan preciso, tan duramente bello como "De Purísima y Oro". Sumándole además la presencia de un torero, que sin encontrarse al otro lado del telón de acero, tuvo un triste final. 

No faltó el hueco para que la comedia se abriera paso y supiéramos qué mujer le dejó plantado ante la estatua de un poeta, quien tenía el mejor punto del gazpacho y  quién le privó de morir sin descendencia. También hizo gala de su urbanidad y nos dejó para la posteridad un monólogo que actúa como foto fija de la España que temía al efecto 2000, la que como te dice una cosa te dice la otra. 

Por si faltara poco, la guinda vino rellena de Tequila. Pero Tequila del bueno, del que ya no queda porque se lo bebieron todo entre Chavela Vargas y José Alfredo Jiménez. 

"19 días y 500 noches" es la canción que cualquier persona conoce de Joaquín Sabina. "19 días y 500 noches" es el disco que cualquier Sabinero se llevaría a una isla sin Robinson. 

19 agosto 2019

Pastillas para no soñar

El estilo de vida de Joaquín Sabina ha quedado plasmado en más de una letra, probablemente Eh Sabina fue la primera en la que nos sentó las tres patas de su banco (Nicotina, Paternina y Josefina). Aunque recientemente negase todas las mayores que teníamos por certeras, en el imaginario colectivo siempre quedará la figura del profeta del vicio. Paradójicamente una de sus canciones más celebradas en los conciertos es "Pastillas para no soñar" dónde hace apología de una vida muy sosegada que nos permita alcanzar la centuria sin despeinarnos. Aunque como si de una cajetilla de tabaco se tratase, viene con un mensaje disuasorio "si lo que quieres es vivir 100 años, no vivas como vivo yo". 

Si lo que quieres es vivir cien años,
no pruebes los licores del placer. 
Si eres alérgico a los desengaños,
olvídate de esa mujer. 

Como si de una guía de buenas prácticas se tratase, el ubetense nos va recomendando todo aquello que nos llevará a poner tres dígitos en nuestra tarta de cumpleaños. Pero, ¿qué historias podría contar a sus nietos alguien que jamás se salió un centímetro de la rectitud?. En el extremo opuesto se encuentran aquellos que se empeñan en que sus años humanos cuenten como si fueran caninos, y acaban doblando la servilleta antes de llegar al segundo plato. 

Compra una máscara antigás,
mantente dentro de la ley. 
Si lo que quieres es vivir cien años,
haz músculos de cinco a seis. 

Prescindir completamente de los sueños o darle la exclusiva de tu vida es una cuestión compleja de resolver. Sabemos que Sancho Panza es un personaje crucial en la novela de Cervantes, pero el que le dio título fue sin duda el soñador empedernido Don Quijote. 

Evita el humo de los clubs,
reduce la velocidad.
Si lo que quieres es vivir cien años,
vacúnate contra el azar. 

La canción tuvo un destinatario, un famoso ministro socialista de principos de los 90, cuyas ideas y modos un tanto represores no gustaban nada a Joaquín. Se trataba de José Luis Corcuera, que pasó a la posteridad por su ley de la patada en la puerta. La seguridad y la libertad, esos dos conceptos tan altos que llevan a la mayoría de los políticos por el camino de la represión. Y es que la política, al igual que la Tierra, es redonda; por lo que avanzar mucho por la derecha y por la izquierda acaba por colocar a ambos extremos en el mismo lugar. 

Y ponte gomina que no te despeine,
el vientecillo de la libertad.
Funda un hogar en el que nunca reine,
más rey que la seguridad. 

Consciente desde el principio que esta canción era una burla a aquellos hombrecillos de traje gris, una de las sentencias más firmes de la letra, es que si de verdad buscamos alcanzar el siglo de vida no sigamos el estilo de vida Sabinero. Sin embargo, con ciertas nubes negras por el camino, su mala salud de hierro lo ha llevado más lejos de lo que muchos, que se apresuraban a enterrarlo antes de tiempo, pensaban. Supongo que la virtud estará en una mezcla equilibrada de Zumo de Neón y Pastillas para no soñar. 

Y si en tus noches falta sal,
para eso está el televisor. 
Si lo que quieres es vivir cien años,
no vivas como vivo yo. 

En la grabación de la canción original, que se publicó en el disco Física y Química, contó con la participación de la Banda Municipal de Getafe. Un gran despliegue musical que le va como anillo al dedo a esta canción, que bien podría utilizarse en un pasacalles sabinero. Un pasacalles en el que participasen los personajes más icónicos que salieron de su bombín (La Princesa de la boca de fresa, el Jóven Aprendiz de Pintor, La Magdalena, Viridiana, Tolito, El Dioni, su Vecino de Arriba, Calixto, El Hombre del Traje Gris, El Capitán de su calle, El Nano, Las Churumbelas, El Jaro, todo su Delirium Tremes y cerrando la comitiva Todos menos tú). 

Deja pasar la tentación,
dile a esa chica que no llame más.
Y si protesta el corazón,
en la farmacia puede preguntar,
¿tienen pastillas para no soñar?

El que haya acudido a alguno de los conciertos del flaco, sabe que en el momento que agarra los platillos hay dos noticias, una buena y otra mala. La buena es que da comienzo la canción más circense de todo su cancionero, la mala, que el concierto va tocando a su fin. 

31 julio 2019

Resumiendo

La discografía de Sabina está salpicada de canciones más o menos autobiográficas, en algunas se potencia el mito (Eh Sabina) y en otras lo intenta desmontar (Lo niego todo). Dentro de este género podemos encontrar aquellas en las que hace que su vida pase ante nuestros oídos (A mis cuarenta y diez) y otras en las que hace un recorrido más introspectivo sobre su carrera musical; éste es el caso de Resumiendo. 

"Resumiendo que tengo un cajón de la firma Pandora,
treinta y siete chançons, c'est a dire, una y media por hora. 
Sin contar los sonetos, las coplas, los epistolarios,
los tinteros borrachos de tinta que ordeño a diario"

El arranque de la canción se centra exclusivamente en su producción musical, sin dejar de lado la producción poética que no es para nada desdeñable. La figura del tintero sería retórica para muchos artistas, en el caso de Joaquín (alejado de todos los dispositivos electrónicos) no lo es, las letras de sus canciones pasan directamente de su mente a la tinta que ilustra sus cuadernos, libretas, servilletas o lo cualquier derivado del papel que pueda inmortalizarlas. 

"Nos tocaba crecer y crecimos, vaya si crecimos.
Cada vez con más dudas, más viejos, más sabios más primos. 
Pero todo se acaba, ya es hora de decirte chao,
me ha citado la Luna en Corrientes, esquina Callao"

A continuación parece dirigirse a algún viejo compañero que no le pudo acompañar en su viaje meteórico hacia el éxito. Quizá alguien que se quedó en los tiempos de La Mandrágora y nunca llegó a pensar que desde aquel sótano se podría llegar a los míticos escenarios de Buenos Aires. 

"Hace siglos que quiero enviarte palomas de humo,
antes de que carcoma el invierno la culpa que asumo. 
Ten a bien recibir de mi parte un abrazo de amigo,
cuando estalle la guerra estaré en la trinchera contigo"

Con este abrazo de amigo se llega a muchas personas, a las que el tiempo o la distancia las dejó algo más apartadas pero nunca llegaron a habitar en el olvido, y también a las que se tienen más cercanas. Al final lo que cuenta es que si estalla una guerra, se tenga claro el bando y con quién se compartirá la trinchera. En la trinchera de Joaquín tendríamos desde los parroquianos de La Mandrágora hasta los poetas del club de Rota, pasando por muchos otros que se subieron con él al escenario o le cerraron el último bar después de un concierto. 

"Una noche te vimos con Tola bajar la escalera,
yo rompía una copa y Javier destrozaba La Hoguera"

Para comprender los dos versos anteriores basta con hacer una escucha completa del disco La Mandrágora. Allí se puede escuchar perfectamente esa copa caer al suelo y a Javier explicando por qué de entre todos los métodos de tortura prefería la hoguera. 

"Resumiendo, sabes donde estoy,
resumiendo, si me llamas voy"

En el estribillo Joaquín aprovecha para lanzar varios mensajes al aire, intercalados entre cada resumiendo. Algunos tienen algún destinatario concreto y otros son lanzados al aire, quizá en esas palomas de humo. Lo que ha quedado claro con el paso del tiempo, es que el escenario le sigue gritando ven y él sigue acudiendo a su llamada. 

"Resumiendo, que me grita el escenario ven"

En el videoclip se suceden varios de los que podrían ser sus compañeros de trinchera y aparecen varias de las obras que salieron de tinteros borrachos de tinta. Este resumen tan peculiar de Sabina habría que actualizarlo, porque en los 15 años posteriores a su publicación su trinchera y su obra creció considerablemente. Lo que nunca sabremos es cuántas se quedaron en ese cajón de tan inquietante firma. 

10 julio 2019

Amo el amor de los marineros

Cuando se enumeran adjetivos calificativos para describir a Sabina, poeta es el que suele aparecer con más frecuencia y en mayúsculas. Él mismo se autodefine como un poeta metido a cantante. Como tal, hay que buscarle referentes tanto en la música como en la poesía. Y en esta última aparece el poeta chileno Pablo Neruda, de quién Joaquín afirmó "¿Quién no le ha copiado un poema a su novia diciendo que es suyo propio y luego lo ha descubierto porque había leído a Neruda".

"Para que nada nos amarre,
que no nos una nada,
ni la palabrá que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron las palabras."

Conocer a los grandes poetas más allá de su nombre implica un hábito de lectura que no todo el mundo desarrolla. Sin embargo, al ponerle música a algunos de sus más célebres versos, consiguen llegar a un público mucho más amplio. Esa tarea la realizó con ahínco Serrat, de ahí que muchos poemas de Antonio Machado o Miguel Hernández, los hayamos escuchado en un disco antes que leído en un libro.

"Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana,
para que nada nos amarre,
que no nos una nada."

Joaquín Sabina realizó esta tarea con el poema "Farewell y Los Sollozos" de Pablo Neruda, seleccionando algunos versos y adaptándolos a una canción titulada "Amo el amor de los marineros". Y es que junto al cartero, la profesión de marinero es la que primero se nos viene a la cabeza al oír hablar de Neruda. Cuando estrenó la canción, allá por 2004, Sabina afirmó "es un tema que tenía preparado desde hace mucho tiempo, lo cantaba por dentro, lo canto siempre".

"Desde el fondo de ti y arrodillado,
un niño triste como yo nos mira.
Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas."

Es un poema que ahonda mucho en la clásica figura del marino que todos tenemos en mente, ese que deja un amor en cada puerto. Neruda se detiene esta vez en la figura de esa mujer que se queda en tierra, embarazada del marinero que lanza una moneda (quién sabe si trucada) al aire para decidir si el amor será eterno o fugaz. Cuyo compromiso no alcanza más allá de una promesa. Quizá el estilo de vida de alguien que cada día se hace a la mar sin saber si volverá a pisar tierra, complique que su mirada pueda alcanzar largos plazos.

"Amo el amor de los marineros que besan y se van, 
amor que puede ser eterno y puede ser fugaz.
En cada puerto una mujer espera,
los marineros besan y se van.
Una noche se acuestan con la muerte en el lecho del mar."

Besan y se van, como si fueran las olas que rompen en la orilla. Olas que al irse no son inocuas, y dejan erosión en todo aquello que en algún momento tocaron. El marinero solamente se aferra a la tabla que pueda librarle de la única que no aceptará un no por respuesta y le llevará a dormir en el lecho del mar.

10 junio 2019

Hay (con Haydée Milanés)

A Joaquín Sabina y a Pablo Milanés los hemos visto buscar juntos a quién les había robado el mes de Abril, cantarle a Yolanda y entonar al alimón La Canción más hermosa del Mundo. En esta ocasión se vuelven a juntar los apellidos Sabina y Milanés, pero cambiando el nombre propio del apellido cubano. Se trata de Haydée, la hija de Pablo, que ha sacado un disco homenaje a su padre llamado "Amor". Disco en el que recorre la carrera del negro Milánes de la mano de varios grandes artistas, y entre ellos, se encuentra Joaquín.

"Hay un río que espera mi reposo,
hay un cielo que espera mi cantar,
hay un libro que espera por mi goce,
son tantas cosas que no sé como empezar."

El tema elegido ha sido "Hay", una canción que recorre de manera sencilla y certera todos los ingredientes que conforman esta complicada receta a la que conocemos como vida. Son tantos que Milańes no sabe por donde empezar, y tantos son que prefiere terminar la canción. Recorre sus filias, nos plantea sus dudas, nos muestra sus conjuros y se enorgullece de sus amores.

"Hay un pueblo que espera silencioso,

hay un cuerpo que quiero desnudar,

hay un amigo lejano y mentiroso,
son mis amores que me obligan a pensar"

Ese cielo que espera su cantar, para mí tiene varias interpretaciones. Por un lado, todo buen trovador siempre proyecta su voz hacia el cielo, para que éste haga de hilo conductor y reparta su mensaje por infinidad de lugares. De igual manera, cuando la voz de un trovador se apaga, la gente sigue escuchando eternamente sus canciones. Quizá porque el cielo tiene memoria y sigue reproduciendo los viejos mensajes que son dignos de escuchar, o porque el trovador le sigue cantando al cielo, proyectando en este caso su voz desde las nubes.

"Hay una risa al final de cada llanto,
una luz para toda enfermedad,
un corazón que rechaza los quebrantos,
son los conjuros que me da mi mocedad"

En cuanto a los conjuros, nos cuenta que la mejor forma de ponerle
fin a cualquier llanto, es abriéndole la puerta a la risa, ya que esta suele venir acompañada de una luz que ataca a la más oscura enfermedad. La risa es el combustible perfecto para que el auténtico motor de nuestras vidas, que es el corazón, pueda con las subidas más sinuosas que tengamos que afrontar. Esas subidas en las que la cabeza dice no se puede, pero que a golpe de sístole y diástole se terminan por subir. 

"Un espacio al final del cementerio,
de una vez borrará tu vanidad,
que otra vida vendrá si es un misterio,
son esas dudas que me suelen desvelar"

Una canción que hable de la vida, necesariamente tiene que darle un pequeño espacio a la muerte, para que actúe como contrapunto. Nos recuerda que la parca será quien encienda la hoguera de esas vanidades que todos tenemos. En cuanto a la posibilidad de que otra vida exista, como no hay certeza, no puede haber verso ni canción sobre ella. Así que lo mejor es seguir cantándole a la que ya conocemos.

18 abril 2019

La Saeta

La Saeta es la marcha procesional más célebre pero su historia encierra una interesante paradoja. Tienen dos padres, y ninguno de ellos pensó que acabaría convirtiéndose en lo que hoy en día es. El primero fue Antono Machado, que escribió el poema "La Saeta" allá por 1912. En contra de lo que podría pensarse a primera vista, encierra una crítica velada a la Semana Santa de Sevilla. Por un lado es un homenaje a las tradiciones de estos días, a la fe de sus mayores y de su pueblo que se vuelca con sus cofradías. Pero por otro, el propio Machado se siente ajeno a esas costumbres, de ahí que prefiera cantarle al Cristo que anduvo en la mar, y no al que está clavado en el madero. 

"Dijo una voz popular:
¿Quién me presta una escalera
para subir al madero
para quitarle los clavos
a Jesús El Nazareno?"

Pasaron muchos años del siglo XX, algunos muy largos, hasta que en 1969 Joan Manuel Serrat rescató varios de los poemas de Antonio Machado, les puso música y de ésta forma consiguió hacerlos llegar a un público mucho más amplio.Los discos homenajes de Serrat a Machado y Miguel Hernández han hecho más por la cultura de este país, que muchas de las reformas de la ley educativa. En ese disco se encontraba La Saeta, a la que puso una hermosa música. En ese mismo año en una entrevista Serrat afirmó que no creía en Dios, que era agnóstico y creía mucho más en el hombre como ente espiritual.

"Oh, la saeta el cantar
al Cristo de los Gitanos
siempre con sangre en las manos
siempre por desenclavar. 
Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz." 

Volvieron a pasar varios años del siglo pasado, y en los años 80 la música original de Serrat fue adaptada para banda y orquesta. La versión que todos conocemos hoy en día se estrenó en 1988 por la Agrupación Musical "Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras". A lo largo de estos 30 años, esta pieza musical ha ido ganando protagonismo hasta situarse entre las más queridas y solicitadas por el público. Una adaptación musical realizada por un agnóstico sobre una letra escrita por un escéptico de la Semana Santa. El mundo está lleno de contradicciones y paradojas, ojalá todas fueran tan hermosas como ésta.  

"Cantar de la tierra mía,
que echa flores,
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores.
Oh no eres tú mi cantar,
no puedo cantar ni quiero,
a ese Jesús del Madero, 
sino al que anduvo en la mar." 

31 marzo 2019

Congreso de la Lengua Española

Así arrancaba Joaquín Sabina su intervención en el VIII Congreso de la Lengua Española celebrado en la ciudad argentina de Córdoba. 

"Comprenderán ustedes que entre tanto poeta y tanto erudito, me sienta un poco impostor. Pero siempre me ha gustado sentirme impostor, es decir, asistir a fiestas a las que se supone que no tendría por qué ser invitado. No estoy en absoluto dotado para la teoría, ni para la erudición. Aunque con el auge de los pequeños nacionalismos que por desgracia estamos sufriendo en el mundo, yo me considero de una patria mucho más grande, que es mi lengua, a lengua española. Creo que es un milagro que ustedes se hayan reunido hoy para oir poesía y para oir palabras. Palabras llenas de magia, porque la misma lengua que sirve para pelearse con alguien en un bar, o para cualquier cosa, sirve para darles una gotita de magia". 

Coincido con Sabina en que la verdadera patria es nuestra lengua, y es de lo que verdaderamente hay que sentirse orgulloso. Poder cantar con alguien Y nos dieron las diez en un bar, y que los dos puedan pensar que ese pueblo con mar estaba en su patria, por muchos kilómetros que los separen. 

25 marzo 2019

Balada de Tolito

Existen grandes canciones que nos dibujan a personajes entrañables que nos gustaría que hubieran existido, y existen grandes personas cuya vida se merece una buena canción. Tolito fue aquella persona y la "Balada de Tolito" es esa canción. Tolito fue un mago en aquella España de los años grises, cuando esa profesión estaba muy alejada del brillo que hoy en día suele acompañarla. Ahora diríamos que era un mago bohemio, pero eso puede confundirnos fácilmente, porque ahora alguien bohemio es el que vive en un barrio hipster de una gran ciudad, viste ropa vintage y se pasea en bicicleta. Tolito era un mago trashumante, de ahí que siempre estuviera subiendo al primer tren que lo llevara de feria en feria, de pueblo en pueblo. 

"Tolito tiene un dado y una paloma,
una tos y una copa llena de vino,
y unas ropas con polvo de los caminos,
caminos que jamás llevaban a Roma"

Realizar un preciso retrato robot de Tolito, le lleva a Sabina exactamente cuatro versos. Con ellos conocemos sus herramientas de trabajo, sus achaques, sus vicios, su uniforme y su rutina diaria. Aquí es la primera vez que se nos habla de los caminos, que le llenan de polvo su ligero equipaje y que a diferencia de los demás no los utiliza para llegar a Roma. Su destino siempre es la próxima plaza del pueblo en la que arrancar una sonrisa a los más pequeños, que suelen ser los que más disfrutan de la magia. Quizá porque todavía la vida no les ha engañado, y en un truco de magia, disfrutan de la magia y no se obsesionan con descubrir el truco. 

"Mago de las barajas y la sonrisa,
malabarista errante de las plazuelas,
corazón que le sale por la camisa,
botas de andar sin prisa ni mediasuela."

Tolito dignificó la profesión de titiritero, con sus limitados medios y su ilimitado corazón. Nadie definiría un oficio como sencillo, pero el de Tolito quizá era el más complicado de todos. Conseguir que por unos momentos su público consiguiera olvidar sus penas, y se asomara a la ventana de fantasía que el mago bilbaíno les abría. Era un mago que venía a buscarte a ti, en la plaza del pueblo, en el andén de la estación o incluso en el vagón del tren. No era un mago al que tú fueras a ver previo pago de la entrada, es un pequeño matiz que hace que la experiencia sea mucho más satisfactoria. La magia es mucho más poderosa cuando no te la esperas, así evitas que tu mente se ponga en funcionamiento para descubrir el truco y se limite a ser fascinada. 


"A no ser por el alma y por la melena,
de sus vecinos no se distinguiría.
Su oficio es retorcerle el cuello a la pena
y abrir una ventana a la fantasía". 

Esta canción surgió como un encargo que RTVE le hizo a Sabina para el programa "Vivir cada día" en el año 1984. También resultó ser la primera canción a la que puso música su inseparable Pancho Varona. Ambos se unieron al equipo de grabación y acompañaron a Tolito en una de sus "giras" por tierras manchegas durante una semana. El propio Pancho afirmó que aquella gente les resultó tan humilde y encantadora que Joaquín desechó una letra que había escrito antes de conocer a Tolito. Ese es el poder de la gente a la que el corazón se le sale de la camisa. 


"Si quieres verlo ven, busca en el andén,
Tolito siempre está bajando de algún tren.
Si quieres verlo ven, busca en el andén,
Tolito siempre está subiendo al primer tren."

Result parajódico saber que en esos mismos años en los que Tolito hacía el truco del huevo y la bolsa de tela, ante la gente que compraba billetes de segunda en el tren; David Copperfield hacía desaparecer la Estatua de la Libertad frente a un grupo exclusivo de personas. Los caminos de los dos no podían ser más dispares, pero de haberse cruzado seguramente Tolito no hubiera tenido reparos en compartir con él sus trucos. Tolito iba acompañado de un muchacho que acabó tomando su testigo como mago, bajo el nombre de Kofrán. 


"Ponnos dos copas más antes de cerrar,
morirse debe ser dejar de caminar.
Ponnos dos copas más antes de cerrar,
hoy bebo a tu salud, mañana Dios dirá."

Para alguien que toda su vida fue ambulante, siempre en camino en busca de un techo bajo el cual pasar la noche, la muerte no podía significar otra cos que "dejar de caminar". Tolito dignificó el noble trabajo del mago, con su melena a lo Rafael Alberti y su voz aguardentosa. No tuvo una vida fácil, pero la dedicó a alegrar la de aquellos que acudían a su circo que cabía en un vagón o en una ajada cartera de piel. La Estatua de la Libertad sigue ahí, y esta preciosa Balada de Tolito, también. 

21 marzo 2019

Día Mundial de la Poesía




Hace unos años Sabina escribió dos sonetos hablando de sus poetas y lo que cada uno de ellos le había aportado. 

I]


De Rubén aprendí la peregrina
alquimia del diamante y la madera,
de Cernuda el olvido y la quimera,
de Vallejo los húmeros, la espina.


De Neruda la fronda y la sentina,
de Manrique verdura de las eras,
de Garcilaso la égloga tercera,
de Juan Ramón la esencia y la rutina.


De Federico el Nueva York gitano,
del pastorcico el rayo que no cesa,
de Blas el ángel fieramente humano,


de Borges el enigma en letra impresa,
de Machado la biblia del pagano,
de Espronceda la epístola a Teresa.


II]


De Ángel González la palabra breve,
la risa generosa de cantina,
de Jaime Gil la cita clandestina,
la margarita que a volar se atreve.


De San Juan de la Cruz el vuelo leve,
de Lope una aventura en cada esquina,
de Bécquer las oscuras golondrinas,
de Campoamor la tarde cuando llueve.


De Sor Juana el amor a contrapelo,
de Gelman la orfandad y el desconsuelo,
de Violeta la décima inocente,


de Góngora lo oscuro cristalino,
de Quevedo el ardid luciferino,
de García Montero el pan urgente. 

04 marzo 2019

Chirigotero en Cádiz

"Queríamos hacer este concierto en Carnavales, que molan más que la Cuaresma". Así introducía Joaquín Sabina la canción "Cuando era más joven" en su primer disco en directo "Sabina y Viceversa", allá por 1986. Como si de una profecía se tratase, 33 años después, Joaquín tuvo el honor de ser el pregonero del Carnaval de Cádiz, el más importante del mundo (porque es el carnaval del pueblo y no hay mayor distinción ni institución que esa).  

Vestido de pirata, con su tripulación habitual (Mara, Pancho y Antonio) atracó su barco en la playa de la Caleta y comenzó a cantar su canción bailando alegre en la popa. Siempre supimos que de todas las vidas posibles, Sabina se quedaba con la del pirata cojo con pata de palo. 

Hubo un homenaje también al instrumento más característico del carnaval, el pito. Sabina lo definió como un "arma de entonación masiva" y una "orquesta que cabe en los labios", recordó como junto a Javier Krahe lo introdujeron en Madrid vía "La Mandrágora"; y Jesús Bienvenido cerró el círculo regalándole el pito de su comparsa. Si alguien dudaba de la cercanía que Sabina pudiera tener con el Carnaval, aquí quedaron disipadas. Una escucha de La Mandrágora basta para comprobar como las risas acudían como a los cuplés chirigoteros; y una escucha de "Cuervo ingenuo" para presenciar la crítica social sobre el escenario, que es la otra parte imprescindible del Carnaval gaditano. 

"¡Viva la Broma!" gritó Sabina en su alegato para espantar a la seriedad que nos acompaña el resto del año, y predicó con el ejemplo. Arrancó bromeando con las quinielas que se hacían sobre una posible "espantá" del maestro. Invitó al escenario a la chirigota del Vera y a la agrupación callejera "Los Huesitos" y nos deleitó con una "batalla de gallos" invitando al repentista Alexis Díaz-Pimienta. Una batalla en la que nadie tiró el micrófono al suelo, y donde los golpes eran genialidades que rebuscaban en los infinitos recursos del castellano. Seguro que ningún académico de la RAE ha conseguido que alguien se interese por las "décimas". 

"Tenemos amigos" cantaba Sabina en sus "Más de cien mentiras", y eso también quedó demostrado en el pregón. Montó un bar en el escenario, sin hora maldita de cierre, y por allí empezaron a aparecer los mejores artistas del momento. Vanesa Martín demostró que ya está en el selecto grupo de artistas que pueden cantar todos los versos de "Noches de Boda" con la autoridad que esa canción requiere. Rozalén tomó el testigo que en aquel 1986 enlazó a Sabina con Aute con el "Pongamos que hablo de Joaquín". Jorge Drexler le agradeció a aquel Martínez que le cambió la vida entera en Montevideo, y Leiva nos enseñó que los acordes de "Princesa" arrancan más fuerte desde su guitarra.

Carlos Cano dijo que "Cádiz es La Habana con más salero, y La Habana es Cádiz con más negritos". Sabina tampoco se olvidó de su amigo granadino y Pasión Vega cantó "Cómo te extraño", la letra que Sabina y Martínez Ares escribieron para recordar al coplero. No era casualidad que al "tenemos amigos" le precediera un "tenemos memoria". 

Para mí el momento más emocionante fue cuando pidió a los invitados "más gaditanos" del pregón, que le acompañaran en el escenario para cantar "Contigo" . Creo que esa imagen, con gente de cien mil raleas, acompañando la voz rasgada de Joaquín, fue la mejor manera de reflejar el infinito cariño que este país le tiene.  Esos coros éramos todos los que alguna vez hemos cantado "una de Sabina". Guarden en su retina esa foto, porque es Sabina rodeado de sus Sabineros pisando tierra santa, la del escenario. ¡Por fin un homenaje del pópulo en vida! 

24 febrero 2019

Pablo Milanés

Hoy cumple años Pablo Milanés, uno de los compadres más queridos de Joaquín Sabina. Uno de los fundadores de la nueva trova cubana y al que hemos podido encontrar en numerosas ocasiones dentro de la discografía de Joaquín. La primera vez que lo pudimos escuchar en un disco de Joaquín, fue en "Esta boca es mía" cuando cantó con él "La casa por la ventana", y la última fue en el último disco de Sabina, donde Pablo le puso música a su "Canción de Primavera". 

En el camino que une a ambos discos, lo hemos podido encontrar también en una colaboración exquisita para cantar "La canción más hermosa del mundo". Cuando "La Habana" hizo un disco para cantarle a Sabina, también estuvo ahí MIlanés versionando "Una canción para La Magdalena". 

Las colaboraciones han sido mutuas, ya que Joaquín le acompañó en 1994 en un concierto de la "Fundación Pablo Milanés" que se celebró en Madrid. Allí se les pudo escuchar a ambos cantar "Yolanda", "¿Quién me ha robado el mes de Abril?" o "Que se llama Soledad". Hay pocas combinaciones que suenen también como la voz dulce de Milanés con la aguardentosa de Sabina. 

¡Felicidades Pablo!