
Pájaros de Portugal fue una canción que se recibió, al menos en mi caso, como agua de mayo; ya que se trataba de la primera obra de Joaquín después de pasar su depresión, su nube negra. En esta canción Joaquín nos cuenta una historia verídica, pero desde ese prisma poético que lo diferencia del común de los mortales.
La historia habla de dos jóvenes que hace unos 8 años se fugaron de sus casas de Tarragona, a modo de travesura adolescente, porque querían ver el mar. Durante los días que duró su aventura, el país entero estuvo conmocionado temiendo por su paradero. Su aventura se truncó cuando se llevaron una gran desilusión al ver que el mar no era tan bonito como habían visto en la tele, y regresaron a sus casas, derrotados, asustados... . Hasta aquí la crónica oficial de los hechos, pero cuando aparece la palabra Sabina, de una historia se saca una canción llena de detalles y matices.
Como siempre para comenzar pongámonos en situación, ya sabemos la historia que se nos quiere contar, ahora tenemos que ver cómo se nos cuenta. Joaquín utiliza el símil de los pájaros, quizá para representar esa huida prematura del nido que protagoniza esta pareja, prematura y fugaz todo sea dicho. Como destino colocaremos Portugal, y para darle un matiz mucho más poético, literario y épico quizás los nombres de los dos protagonistas de la historia será Abelardo y Eloísa como esa mítica pareja de la época medieval.
"No conocían el mar
y se les antojó más triste que en la tele.
Pájaros de Portugal,
sin dirección, alpiste ni papeles.
Él le dijo vámonos,
¿dónde?, le respondió llorando ella.
Lejos del altar mayor,
en el velero pobretón de una botella.
Despójate del añil redil del alma
de largo con camisa.
Devuélveme el mes de abril,
se llamaban Aberlardo y Eloísa,
arcángeles bastardos de la prisa"
do alguna aventura que casi antes de empezar sabemos que es muy arriesgada, que está abocada al fracaso, pero nos produce una sensación tan especial llevarla a cabo que no reparamos en ello. Esa euforia frenética que te entra al principio, cuando te sientes invencible, valiente, triunfador por haberlo hecho; y que posteriormente y, en muchos casos, irremediablemente se va convirtiendo en la angustia del fracaso, del "se veía venir", "era una locura","en que estaba pensando... Pero la vida muchas veces se alimenta de esos momentos de euforia. Es mucho más bonito intentar un imposible sin dirección, ni alpiste, ni papeles. Las victorias tienen mucho que lucir, pero poco que contar, los fracasos son mucho más útiles y bonitos cuando el trasfondo es cumplir un sueño.Estos pájaros, arcángeles bastardos de la prisa, querían conocer el mar...un sueño precioso para todos aquellos que han nacido lejos de la costa, y mas aún para los que en su adolescencia todavía no lo han conocido. Todo aquel que conoció el mar con un poco de consciencia seguro que recuerda ese momento como algo muy especial...y como todo aquello que tienes idealizado quizás un poco decepcionante, siempre se te antojó más triste que en la tele.
"Alumbraron el amanecer muertos de frío,
se arroparon con la sensatez del desvarío,
tuyo y mío de vuelta al hogar.
¡Qué vacío deja la ansiedad,
qué vergüenza tendrán sus papás!"
"Sin alas para volar,
prófugos del instituto y de la cama.
Pájaros de Portugal,
apenas dos minutos, mala fama.
Luego la Guardia Civil les decomisó
el sudor y la sonrisa,
las postales de Estoril, sin posada,
sin escudos y sin visa.
Se llamaban Abelardo y Eloísa."
daron sin alas para volar y como consecuencia tuvieron que regresar a todo aquello que abandonaron prematura y precipitadamente, con el rabo entre las piernas, sin posada, sin escudos y sin visa. Sin embargo, como ya he dicho antes, muchas veces en la vida se suceden estos fracasos, y por lo general se les tiene más estima a los fracasados soñadores que a los victoriosos sin contemplaciones. Quizá porque la compasión y la empatía es más bella que la envidia. Es la eterna historia del pequeño que en su intento de hacerse grande se estrella porque sus armas eran mucho más débiles que las de los demás. Siempre contará con la victoria del reconocimiento general, aunque al principio sea difícil de ver, con la perspectiva de los años se valora mucho más."Bucearon contra el Everest y se ahogaron,
nadie les enseñó a merecer el amparo,
de la Virgen de la Soledad.
Qué pequeña es la luz de los faros,
de quien sueña con la Libertad..."
Me encanta Joaquin desde que tenía 13 años...ja,ja,ja...y ya han llovido unos cuantos otoños...es increíble, ando leyendome en carne viva y es simplente genial.
ResponderEliminarMuy guapa tu página.
Saludos.
Arwen
Hola, de nuevo: ¿la comparaste con "Yeren dos guajes" de Víctor Manuel?
ResponderEliminarUn afectuoso saludo.
Hola PPK, sí que la comparé y la verdad es que las dos historias son muy parejas. Muchas gracias por tus descubrimientos, usé el de Serrat y "De cartón piedra" para una entrada. Un abrazo!
ResponderEliminarHERMOSO LO QUE ESCRIBISTE.
ResponderEliminarGran canción. Me ha gustado también mucho el video, con los dos chavales escapando, contentos al principio y derrotados al final. En especial la cara de reproche de ella y de impotencia de él, cuando ve que no puede ofrecerle nada. Curioso: el chico es el responsable de la comodidad y felicidad de la chica. Machismo puro (esto es una ironía).
ResponderEliminarWow! Que buen análisis. Yo también amo esta canción!
ResponderEliminarhttp://mitosyleyendas.idoneos.com/mitologia_medieval/abelardo_y_eloisa/
ResponderEliminarPOEMA MUY REAL, QUE NOS ENSEÑA A VER LA REALIDAD DE LA ADOLESCENCIA, JUSTO CUANDO QUEREMOS Y SOÑAMOS TANTAS COSAS, ES CUANDO MÁS NECESITAMOS LA EXPERIENCIA, Y EN CAMBIO ES CUANDO MÁS INOCENTES SOMOS
ResponderEliminaramamos al maestro
ResponderEliminaresta genial esta pagina
ResponderEliminar!Precioso lo que escribiste!
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