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20 octubre 2020

Partido a partido


Motivos de un sentimiento fue el título del himno centenario que Joaquín Sabina compuso para el Atlético de Madrid, y en aquella letra enlazaba el antiguo Estadio Metropolitano con el contemporáneo Vicente Calderón. El paso de los años han revertido el orden de aquellos versos, ya no queda rastro del mítico estadio de la ribera del Manzanares (donde curiosamente han regresado los patos que tan extraños nos resultaban) y el nuevo templo vuelve a llamarse Metropolitano. Pero los sentimientos no han cambiado, esos siguen muy presentes con algunas muescas nuevas que el joven pero intenso siglo XXI ha dejado a su paso. 

"Aunque apenas queda un socavón,

 junto al Manzanares,

y atascos en los bulevares

 de mi corazón "

El arranque de la canción se centra mucho en una imagen que ha ido socavando el corazón de los colchoneros al mismo ritmo que la demolición del estadio iba ocurriendo. No fue una detonación rápida, esas duran unos segundos, y te proporcionan un vídeo impactante, pero duran menos tiempo en el recuerdo. El estadio ha ido desapareciendo lentamente durante muchos meses, y quien circulase por la mítica M-30 de Madrid ha sido testigo de ese fundido a negro. Hubo incluso un pequeño lapso de tiempo en el que un desvío permitió que los coches circulasen por lo que durante mucho tiempo fueron las bandas en las que galoparon ilustres jugadores atléticos. 

"Los profetas de anteayer,

 son gaviotas de alas rotas muertas de sed,

gatos sin botas"

Todos conocemos el cuento del gato con botas y de como ese astuto felino consiguió hacer que un campesino se convirtiera en marqués rápidamente. No es esta la historia del Atlético, por eso Sabina descalza a este gato del sur de la capital. El camino ha sido muy tortuoso, pagando caros peajes en la autopista que les llevó al infierno. Pero las botas tienen un recambio de lujo, los Zapatones de Luis Aragonés, cuyo espíritu está muy vivo en esta canción. Es un club que nunca ha dejado de soñar, por muchas pesadillas que les hayan dejado desvelados en noches perdidas y frías. La referencia gatuna también está presente en la ciudad de Madrid, es una forma de validar la autenticidad de tu carnet de madrileño; contando hacia atrás el número de antepasados que nacieron allí. En este caso, se podría validar por el número de feudos atléticos en los que tu familia ha llorado. 

"Al balcón de la soledad trepan los náufragos,

malheridos de tanto remar contra el huracán. 

En el trono de Neptuno donde no cabe ninguno

que no sepa soñar. 

Partido a partido..." 


Esta canción la escribe Sabina en el 2020, con lo que este año ha significado para toda la humanidad; y en especial a los Sabineros, que se nos empezó a torcer un poco antes que al resto con el accidente que Joaquín sufrió en Febrero. Esta es la primera letra que publica Joaquín tras haber tenido que remar por enésima vez contra la adversidad. Ha conseguido mezclar los sentimientos de un club luchador, con los de todas las personas que han pasado por momentos difíciles en estos meses. El videoclip de la canción gira en torno a esa idea, poniéndole cara a las asépticas estadísticas que se han convertido en rutina. Las palabras resistir, luchar y aguantar han sido repetidas hasta la extenuación en los picos de la pandemia, quizá le resultasen poco familiares a mucha gente; pero no a los colchoneros, para ellos es su credo particular. 

"No me habléis de resistir,

es mi Atleti de Madrid. 

No me vengan con lamentos,

hablo de sobrevivir" 

Pero para que esas palabras calen en el equipo y se conviertan en la bandera que la afición ondea cada semana, hace falta una arenga contundente. De eso también van sobrados en el otrora Atlético de Aviación, y la canción no se olvida de ese momento crucial previo a saltar al campo. Muchos han tenido que tirar regates muy complicados en estos meses. Algunos han perdido el balón en un punto de no retorno, otros han salido trastabillados con lesiones de larga duración, pero también hay quién ha culminado la jugada consiguiendo colocar el balón en la escuadra. Se conocen de memoria el boulevard de los sueños rotos, lo han recorrido en numerosas ocasiones, y a pesar de ello nunca dejan de abrazar a Morfeo. 

"Y seguir coronando montañas,

y seguir conquistando escaleras.

En el tiempo de descuento,

regateando al porvenir"

En el mundo del fútbol siempre se está buscando al sucesor del que ocupa el trono en cada momento. La imagen cuando se produce una sustitución en el campo cala muy hondo, y todos incoscientemente siempre estamos pensando en quién será el futuro 10 del equipo. En esta canción esto ocurre por partida doble. El arranque lo realiza Sabina y tras los primeros compases se le une Leiva, que se ha criado en la cantera de la Calle Melancolía. Y los versos finales sirven para enlazar las dos figuras más relevantes de la historia rojiblanca, la frase célebre de Luis Aragonés da paso al leit motiv del Cholo Simeone. Algo parecido ocurre entre padres e hijos, cuando la pasión por unos colores (y por unos artistas) se comparte y se acaba convirtiendo en legado.  

"Y ganar y ganar y ganar,

y ganar y volver a ganar. 

Partido a partido,

partido a partido"

16 mayo 2018

¡Qué manera de soñar!

Hace quince años que el Atlético de Madrid celebraba su centenario y que Sabina escribía el himno del mismo. En aquel entonces llamó mucho la atención que dentro de la letra de un himno a un club de fútbol apareciera el verso ¡Qué manera de palmar!. En aquellos años todavía estaban muy recientes las heridas provocadas por las cenizas de un bienio en el infierno. Mucho ha cambiado la historia desde entonces, hoy acaba de levantar su tercera Europa League a las que hay que sumar una Liga y una Copa del Rey. 

También dejó hueco para estos momentos de celebración en el himno, contrarrestando el verso anterior con un ¡Qué manera de vencer!. Al igual que la leyenda del pupas tampoco ha dejado de alimentarse en los últimos tiempos. Dos finales de Champions contra el Real Madrid, en la que se infartaron tanto los corazones de la ribera del Manzanares como los de Chamartín; y que hicieron bueno un tercer verso ¡Qué manera de sufrir! al perderlas de manera muy dolorosa. 

Hoy vuelve a ser día de fiesta en el Metropolitano, donde lloraba el abuelo de Sabina, y donde curiosamente puede que un día acaben llorando sus nietos.  Dentro de la convocatoria histórica de jugadores rojiblancos que Sabina hacía en el himno, se encuentra alguien que ha sido pieza clave en que la manera de vencer haya superado a la manera de palmar, el Cholo Simeone. 

Otro verso del himno también podría valer como crónica de este título, ese ¡qué manera de subir y bajar de las nubes! casa perfectamente con el hecho de que esta temporada el Atleti llegó a la Europa League tras una dura eliminación en la fase de grupos de la Champions League. Aquella eliminación cuando se acercaba el frío invierno, ha sido compensada con este título en la plenitud de la primavera. 

Curiosamente este himno cuenta con tres versiones diferentes. La oficial, que me sirvió para ilustrar la primera Europa League, la rockera que ilustró la segunda copa, y por último la versión chirigota que me ayuda a cerrar esta trilogía sabinocolchonera. 

10 mayo 2012

¡Qué manera de vencer!

Anoche el Atlético de Madrid se proclamaba campeón de la Europa League por segunda vez en tres años. Este acontecimiento supuso un alegrón para la parroquia rojiblanca, que ni de lejos imaginaban allá por diciembre (cuando apretaba el frío por la ribera del Manzanares) que la primavera sería trompetera y colchonera. Si a Joaquín le robaron el mes de Abril, el Atleti se encarga de devolverle la sonrisa en Mayo.

Un colchonero de pro como es Sabina seguro que disfrutó de lo lindo con los zarpazos del tigre Falcao y la depurada técnica de Diego (ese nombre sólo podía llevarles alegrías), aunque me consta que Panchito Varona y familia lo disfrutaron aún más. En contra de lo que cantaba el propio Joaquín en el himno del centenario, esta vez ni sufrieron ni palmaron. Fue una victoria imprevisiblemente cómoda y sin los sobresaltos a los que están acostumbrados.

Hace un par de años ya le dediqué una entrada al atleti con motivo de su llegada a dos finales, la de la Europa League y la de Copa. Me adelanté porque quién más quién menos tiene sus dudas acerca de la fiabilidad rojiblanca, y no quería dejar pasar la oportunidad de valorar como se merecía semejante proeza. Mucho han cambiado las cosas desde entonces, aunque el calendario dictamina que han sido dos años escasos; basta con echar un vistazo a la plantilla (nueva casi al completo) para darse cuenta que el Atleti habita en un microclima especial que lo devora todo.

Todo el que me conoce sabe que soy muy merengue, pero eso no evita que me alegre por el equipo vecino y le felicite en sus éxitos. Si hace dos años puse la versión oficial del himno del centenario del Atlético, en esta ocasión acompaño esta entrada con la versión rockera del mismo; que veo más acorde con la figura del Cholo Simeone. 

Por cierto, hay una tercera versión de este himno. Me la guardo para la próxima gesta atlética. 

05 mayo 2010

Motivos de un sentimiento

Sabina y el deporte de nunca han sido dos términos que hayan ido muy ligados, sin embargo, el fútbol siempre ha estado presente en su vida y en algunas de sus canciones. Como no podía ser de otra forma, Sabina es colchonero, quizá sea el club cuya idiosincrasia  más le pega. Su amor por Argentina también le hace ser hincha de Boca Juniors, club al que le dedicó la canción Dieguitos y Mafaldas. Sin embargo, todo esto no le impide ser buen amigo de Jorge Valdano o Guti, dos ilustres madridistas que han aparecido en la discografía de Sabina. El primero, con su “Tango a Valdano” y el segundo haciendo los coros de “Tiramisú de limón”. Pero bueno, ahora el tema que nos toca es el club de la ribera del Manzanares. Aprovecho que ahora se encuentra en el mejor momento de su más reciente historia, para hablar del himno del centenario que corrió a cargo del flaco hace unos años.
"Aquí me pongo a contar
motivos de un sentimiento
que no se puede explicar.
Y eso que no doy el tipo
de hincha rapado y violento
pero que gane mi equipo.”
Hace unos años el Atlético de Madrid se desmarcó con un anuncio legendario en su campaña de captación de abonados. Salía un padre con su hijo en el coche, y el niño le preguntaba “Papá, ¿Por qué somos del Atleti?”. Todavía hoy nadie tiene una respuesta convincente para esa pregunta. Es un club al que últimamente se le ha atribuido el adjetivo de “el pupas”; y es que todas las desgracias habidas y por haber les han ocurrido (dos añitos en el infierno incluidos). Como bien dice Sabina, no da el tipo de hincha rapado y violento. En verdad, a mi me sobra de ahí el calificativo hincha, porque los rapados violentos que vemos por todos los campos son cualquier cosa menos hinchas de un club. Se escudan en el abrigo de la institución para poder entrar en acumulaciones masivas de gente en las que pueden dar rienda suelta a sus animaladas. El resultado poco les importa, siempre acaban haciendo lo mismo. 
"Para entender lo que pasa
hay que haber llorado dentro del Calderón,
que es mi propia casa, o del Metropolitano,
donde lloraba mi abuelo
con mi papá de la mano."
Comenzamos con un poquito de historia rojiblanca, más concretamente en sus feudos. Durante sus primeros años de historia, recordemos que originalmente se llamaba Atlético de Aviación, jugaban en el Metropolitano. Actualmente, aunque no por mucho tiempo, juegan en el Vicente Calderón frente al río Manzanares. En unos años también pasará a la historia, y la parroquia colchonera se trasladará al Estadio de la Peineta. Sí, ese estadio en el que se celebrarán los juegos de Madrid 20….(ponga usted un número). 

Ufarte, Kiko, Juninho, Ratón Ayala, Pantic, Heredia, Antic, Leivinha, Adelardo, Toni, Simeone, Griffa, Pereira, Peiró, Calleja, Ovejero rematando de cabeza,
Zapatones de Hortaleza,
Ben Barek y Caminero,
Paseo de los Melancólicos,
Manzanares, cuánto te quiero."
Como si se tratase del mismísimo Manolo Lama, Sabina comienza recitando nombres de varios futbolistas y/o entrenadores históricos del club. Como no podía ser de otra forma, la mayoría de ellos formaron parte de ese mítico doblete de 1996. Con Radomir Antic a la cabeza, Pantic poniendo la pelota donde quería, Simeone cortando el paso a todo el que rondaba el área atlética y Caminero llevando la batuta del equipo; consiguieron que Jesús Gil tocase el cielo con las manos ese año. Para los pocos duchos en temas futbolísticos, Zapatones de Hortaleza es el irrepetible Luis Aragonés. Un hombre que tiene su nombre escrito con letras de oro en la historia del Atlético de Madrid. Jugador, entrenador y entrenador/jugador. También quedarán para las hemerotecas sus discusiones públicas con Jesús Gil.
"No me pregunten por qué
los colores rojiblancos
van con mi forma de ser.
Ni merengues ni marrones
a mí me ponen las rayas
canallas de los colchones.
Mira si soy colchonero
que paso por Concha Espina como pasa un forastero.
Como los indios ocupas
que acampan con sus banderas
en la ribera del Pupas."
La vida de este club centenario siempre ha estado ligada a la del otro equipo de la capital, el Real Madrid. Es por eso, que Joaquín nos deja un par de recaditos a los merengues. Quizá en determinados casos, el antimadridismo que profesan los atléticos es desmedido, aunque en cierta parte lo entiendo; yo soy anticulé en el mismo grado de desmesura. Sin embargo con el Atlético no me pasa eso, es más, es un club que desde siempre me ha caído simpático. Supongo que tendrá mucho que ver la circunstancia que durante toda mi vida siempre he visto al Atlético palmar con el Real Madrid y mojarle la oreja al F.C. Barcelona. Esa es otra de las cosas tremendamente curiosas que ocurren con “los indios”. 
"Despejan el juego sucio,
un par de huevos de Lucio,
gambetas de Rubén Cano,
dos tetas de Gran Hermano
y el principito heredero,
corazoncito de colchonero."
Aunque nunca se ha manifestado públicamente, el Atlético de Madrid cuenta con un ilustre aficionado en este país. Se trata, de S.A.R. El Príncipe Don Felipe. También con esto se ha hecho alguna que otra broma, “el siempre ha sido de La-Leti”. Hay otros muchos personajes de nuestro país que son atléticos reconocidos, desde Torrente hasta Cayetano de Alba, pasando por José Tomás (llegó incluso a jugar en las categorías inferiores del club).
"Por la Intercontinental
pide la clase de tropa
otra Recopa en el bar.
Ni perdemos los papeles
ni cambio por mi Neptuno
tu pasarela Cibeles."
La Copa Intercontinental, otra de las cosas inexplicables que tiene el Atleti. Es el único club de la historia que cuenta con una Intercontinental en sus vitrinas sin haber conseguido la Copa de Europa. Esto se debe a que el campeón de ese año, el Bayern de Munich, se negó a viajar para disputar la final. Así que le correspondió ir al subcampeón, en este caso el Atlético de Madrid. También tenemos en el himno un recuerdo para la fuente donde los atléticos celebran sus títulos, Neptuno, situada a escasos metros de la fuente madridista por excelencia, La Cibeles. 
"Atlético de Aviación, que pasó,
un siglo de horas de vuelo,
dos años en el retrete
tras un doblete rozando el cielo,
volando hasta la buhardilla
jodido por las lesiones,
hundido en la alcantarilla.
 
 Acariciando balones,
infartando en la ribera del Manzanares los corazones."

Como ya he comentado antes, el Atlético de Madrid, lo era de Aviación en sus comienzos. Y dentro de su historia más negra, y reciente, está el dramático descenso a segunda división; categoría en la que pasó dos años. Como bien dice Sabina, a más de uno le habrá provocado un infarto este club tan peculiar. Esto es algo que tampoco escapó al ingenio de otra de sus campañas publicitarias. En ella salía un abuelete, contando todo lo que había ido dejando: el tabaco, el alcohol…pero el Atlético no podía dejarlo. 
"Qué manera de aguantar,
qué manera de crecer,
qué manera de vivir,
qué manera de soñar,
qué manera de aprender,
qué manera de sufrir,
qué manera de palmar,
qué manera de vencer,
qué manera de sentir.
Con cantera y sin dinero somos los primeros, ¡qué viva mi Atleti de Madrid!
"
Y por último, el estribillo que se ha hecho famoso de este himno. No me negaréis que es curioso cuanto menos, un himno en el que se diga “Qué manera de palmar”. Supongo que es algo que ha ido ligado desde siempre a ellos, al igual que sus líneas rojas y blancas. Han hecho de la derrota una forma de vida, pero, afortunadamente siempre hay una luz al final del túnel (no he dicho que sea blanca para que no se me ofendan). En unos días jugarán dos finales, y yo, honesta y sinceramente espero que las ganen. Pero, conociéndolos, tampoco me fiaría mucho, por eso he escrito esto antes de que las jueguen.