03 octubre 2009

Pongamos que hablo de Madrid

Ayer todo el mundo era madrileño, ayer todo el mundo sentía que era su ciudad la que estaba a las puertas de organizar unos Juegos Olímpicos, ayer todo el mundo tenía una corazonada. Hasta los más escépticos y pesimistas tuvieron durante unas horas un cosquilleo en la tripa esperando que el sobre de los anillos dictaminara quien iba a ser la ciudad elegida. Y todo el mundo sin excepción, vio como su corazonada se transformaba en infarto, en paro cardíaco o en arritmia... .

No voy a esgrimir aquí las muchas razones por las que Madrid se merecía estos juegos, éstos y los del 2012; para ello basta con mirar las propuestas de cada ciudad y comparar. La capital de España, centró gran parte de su propaganda en el corazón, en la esperanza (siendo el verde el color predominante en la delegación) en la fe...pero la mayor parte de las decisiones de gran calado dejan el corazón en un segundo plano, la política no entiende de sentimientos.

Hoy todas las ilusiones se han transformado en decepciones y desencantos, es por eso que Madrid se merece un regalo. Joaquín Sabina como madrileño de adopción, al igual que muchísimos habitantes más de allí, ya se lo hizo hace años con esta canción "Pongamos que hablo de Madrid". Para mí es una de las mejores que ha hecho nunca, no puedo decir la mejor porque de sobra sabéis que soy reacio a señalar una  única canción suya como la mejor. Desde que empecé el blog siempre tuve en mente que cuando pusiera sobre la mesa canciones en las que la mayoría de sabineros coinciden al señalarlas como "selectas" debería ser bien por una razón o motivo importante, resumiendo, querría aprovecharlas bien. Pienso que no hay mejor momento para mostrar esta canción, aunque más que canción yo la llamaría himno no oficial.


"Allá donde se cruzan los caminos,
donde el mar no se puede concebir,
donde regresa siempre el fugitivo,
pongamos que hablo de Madrid"


Lo primero que hace Joaquín es situarla geográficamente, basta coger un mapa para darse cuenta de que Madrid es un cruce de caminos. Estar situada en el centro del país la hace ser cercana para cualquier punto del mismo, consigue que acceder a ella sea muy sencillo. Se acostumbra a decir que en Madrid tienes de todo, pero hay algo esencial que le falta, el mar. Sin embargo basta con tomar la autovía del Mediterráneo para encontrarlo, además siempre se achacan los atascos en las autovías a los madrileños que van en busca de la costa. Por otro lado, podemos considerar la ribera del Manzanares como su paseo marítimo particular.

"Donde el deseo viaja en ascensores,
un agujero queda para mí,
que me dejo la vida en sus rincones,
pongamos que hablo de Madrid"

Mucho se habla del sueño americano, de todas esas personas que viajan hacía allí buscando satisfacer todas sus expectativas o incluso para ver cumplidos sus sueños. Algo similar ocurre con Madrid, infinidad de personas se dirigen hacia la capital con poco que perder y mucho que ganar, y es que es la ciudad de las oportunidades. Tan fría y deshumanizada como puede ser toda gran urbe, es sin embargo la que más facilita que todos tus deseos puedan cumplirse, aunque viajen en ascensores. Una ciudad inmensa en la que parece que ya no cabe nadie más, pero que no para de crecer y de acoger a nuevos "madrileños", porque como dijo Sabina en alguna ocasión, te sientes madrileño en cuanto pones un pie en Atocha. Tampoco voy a negar que es una ciudad absorbente y agotadora, y como tal te cobra un peaje en forma de vida, vida que te vas dejando por sus rincones.

"Las niñas ya no quieren ser princesas,
y a los niños les da por perseguir
el mar dentro de un vaso de ginebra
pongamos que hablo de Madrid"


Teniendo en cuenta que esta canción la escribió Joaquín a principios de los 80, resulta sorprendente ver como sigue teniendo vigencia, o incluso se podría pensar que fue como una profecía. Nadie podrá negarme que cada vez los niños van perdiendo la inocencia mucho más rápido y van quemando etapas a un ritmo vertiginoso. Es por eso que la frase "las niñas ya no quieren ser princesas" es incontestable, basta con echar un vistazo a las parrillas televisivas. Antes las niñas tenían veían a las princesas Disney y soñaban ser como ellas, ahora a quien ven es a Belén Esteban...

"Los pájaros visitan al psiquiatra
las estrellas se olvidan de salir,
la muerte pasa en ambulancias blancas,
pongamos que hablo de Madrid

El sol es una estufa de butano,
la vida un metro a punto de partir,
hay una jeringuilla en el lavabo,
pongamos que hablo de Madrid"


Como ya he comentado, Madrid es una ciudad muy grande y cada vez más, y eso suele estar enfrentado en muchas ocasiones con la naturaleza, la belleza de las cosas simples, la humanidad... .La figura del metro es seguramente la que mejor retrata a la ciudad de Madrid. Se trata de una impresionante obra de ingeniería humana, da un servicio de valor incalculable a sus habitantes, y es objeto de todo tipo de críticas, quejas, así como fuente de inspiración para muchos poetas o generador inagotable de anécdotas para sus usuarios. Es el mejor retrato que se puede hacer de "la vida en Madrid", simplemente con echar un vistazo a la gente que viaja por sus vías puedes imaginar lo que te encontrarás al salir del subsuelo.


"Cuando la muerte venga a visitarme,
que me lleven al Sur donde nací,
aquí no queda sitio para nadie,
pongamos que hablo de Madrid"


Normalmente hay mucha gente que intenta escapar de Madrid para poder disfrutar de la tranquilidad,  contemplar las estrellas, respirar aire puro o caminar tranquilamente. Existe una especie de camino de ida y vuelta, el de ida ya lo he explicado antes, la búsqueda de las oportunidades, de conseguir un trabajo y en definitiva un modo de vida. Una vez conseguido todo esto, no es nada extraño ver como esas mismas personas retornan a sus lugares de origen cansados de tanto dejarse la vida por los rincones de Madrid. Tampoco voy a negar que muchos de ellos se quejan de lo complicada que es la vida de Madrid, pero son incapaces de aguantar mucho tiempo fuera de ella, sin duda alguna esta ciudad mantiene una relación de amor-odio con infinidad de personas. Esa ambigüedad también se vio reflejada en esta canción, ya que originalmente acababa con la estrofa que os acabo de poner, lo que me daría la razón en mi primer argumento. No obstante, Sabina decidió cambiarla por esta otra, que me da la razón en el segundo argumento.

"Cuando la muerte venga a visitarme,
no me despiertes déjame dormir,
aquí he vivido aquí quiero quedarme,
pongamos que hablo de Madrid"

Por último me gustaría aclarar una cosa. He oído en muchas ocasiones a gente decir absolutamente convencida que esta canción era de Antonio Flores. Eso es rotundamente falso, si que es verdad que Antonio fue el primero en popularizarla con una versión mucho más rock que la de Joaquín. La letra es de Sabina y la melodía de Antonio Sánchez, para comprobarlo de viva voz de Joaquín basta con oir la grabación de esta canción en La Mandrágora. Bueno con esto culmino mi pequeña aportación para Madrid, y espero poder añadirle entre sus muchos calificativos el de ciudad olímpica.


1 comentario:

  1. David, me ha encantao esta entrada de tu blog. Para mi también es de las mejores canciones de Sabina e incluso un semihimno como tu bien dices. Te ha faltao mencionar a los Porretas que hicieron una gran versión en 1999, gracias a la cuál mucha gente a podido acercarse un poco más al poderio de Sabina con la pluma.
    Enhorabuena por el blog! Sigue trabajando duro.

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